5. Tomates en conserva
A partir de una investigación hecha en 2008 por una universidad en los Estados Unidos se descubrió la presencia de una sustancia química en ciertos productos de conserva, como las salsa de tomate. Tal sustancia lleva por nombre bisfenol A.
El bisfenol A se utiliza en la fabricación de productos plásticos, generalmente presente en las botellas plásticas. Más allá de su impacto negativo en las células presentes en glándulas mamarias, también propicia la hiperactividad, altera las hormonas, actúa en favor de la obesidad y produce déficit de atención.
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